El impacto de las imágenes en nuestra vida diaria no se debe solo a su atractivo visual, sino también a cómo el cerebro humano las maneja. Se ha descubierto que las imágenes son procesadas hasta 60.000 veces más rápido que el texto, una cifra que explica por qué son tan efectivas en la comunicación.
Esto ocurre porque el cerebro está diseñado para priorizar la información visual. Desde tiempos antiguos, el ser humano ha dependido de su capacidad para interpretar señales visuales rápidamente, ya sea para detectar peligros o para reconocer alimentos.
Cuando se observa una imagen, los datos visuales viajan directamente a través del sistema visual hacia la corteza cerebral, donde se interpretan de forma inmediata. En contraste, el texto requiere un proceso más complejo: primero debe ser leído, luego descifrado y finalmente entendido. Por eso, al enfrentarse a una imagen y un texto al mismo tiempo, la atención se dirige primero hacia la imagen.
En marketing se utiliza para captar la atención de los consumidores con fotografías impactantes.
Este fenómeno es aprovechado en numerosos ámbitos. En marketing, por ejemplo, se utiliza para captar la atención de los consumidores con fotografías impactantes o gráficos atractivos antes de que siquiera se lea un titular. En redes sociales, se nota que los posts con imágenes reciben mayor interacción que los que solo contienen texto.
Además, las imágenes también mejoran la retención de información. Se recuerda hasta un 80% de lo que se ve, frente a solo un 20% de lo que se lee. Por eso, en presentaciones, publicaciones o contenido digital, el uso de imágenes refuerza el mensaje y lo hace más memorable.
En conclusión, el cerebro humano favorece las imágenes por su rapidez y eficacia. Este dato no solo explica por qué las imágenes dominan el mundo digital, sino también cómo pueden utilizarse para transmitir mensajes de manera clara y duradera.
En la imagen, Francis «Frank» Evans (nacido el 18 de agosto de 1943) es un torero británico más conocido como «El Inglés». Es el único torero británico actualmente. Fotografía © jesusdominguez.com
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De ahí que el sabio refranero dejara claro que una imagen vale más que mil palabras.