
En fotografía, hay momentos en los que todo fluye con calma y otros en los que el tiempo se convierte en un lujo inexistente. Esta fue una de esas ocasiones. Un diario de tirada nacional necesitaba, con apenas unas horas de margen, un retrato de Álex de la Iglesia para ilustrar una entrevista sobre la presentación de El Bar en el 20º Festival de Málaga de Cine Español. La presión era evidente: había que pensar rápido y ejecutar aún más rápido, asegurando que la imagen estuviera en sintonía con el tono de la película y la personalidad del director.
El hotel en el que se encontraba De la Iglesia estaba lleno de periodistas y fotógrafos esperando su turno. Dos horas y media de retraso dieron margen para estudiar el entorno y esbozar ideas. Cada minuto de espera sumaba expectación, pero también permitía anticipar posibles soluciones. Cuando por fin llegó el momento de la sesión, la mente tenía que estar clara y lista para actuar.
Con cautela y respeto, se le propuso al director tomar la fotografía en la barra del bar del hotel. No era solo una cuestión estética; el escenario evocaba la atmósfera de su película, en la que los espacios cerrados y la tensión juegan un papel crucial. Pero había un riesgo: si no aceptaba, la alternativa tendría que surgir en cuestión de segundos.
El instante en el que su respuesta pendía de un hilo se sintió eterno, pero finalmente, accedió. Entonces, todo fluyó. La iluminación se ajustó con rapidez, la composición se afinó y en pocos disparos se logró capturar una imagen que no solo cumplía con la solicitud del diario, sino que transmitía la esencia del cineasta y de su obra.
Este tipo de desafíos recuerdan por qué la fotografía es mucho más que técnica. Es intuición, adaptación y la capacidad de contar una historia en una fracción de segundo. Y, cuando todo se alinea, el resultado no es solo un retrato, sino un instante atrapado para siempre.
En la imagen, Alejandro de la Iglesia Mendoza, conocido como Álex de la Iglesia (Bilbao, 4 de diciembre de 1965) es un director, productor y guionista de cine español. Con anterioridad fue historietista.
¡Qué foto más chula y divertida! Me encantan las fotografías espontáneas.
Gracias por tu comentario, Marina.
Un saludo
Una gran foto. Eres un fotógrafo excepcional. Siempre sorprendente.
Muchas gracias por tu apreciación, Carmen!
Un saludo
Magnífica foto de Alex de la Iglesia, en su auténtica esencia.
Jesús le has pillado tal cual es: Un soberbio director que se ríe hasta de su propia sombra.
¡Gracias, Jose! Me alegra que te haya gustado la foto. Alex de la Iglesia tiene una personalidad única y un talento excepcional como director. Me esfuerzo por capturar la esencia de las personas y transmitir sus verdaderas personalidades a través de mis fotos. ¡Un saludo!
Aquí radica la esencia de un buen fotógrafo, saber acogerse a todos los detalles y estar atento a cualquier imprevisto para poder captar el momento y el lugar idóneo para conseguir esta pedazo de fotografía que sólo puede ser digna de un fotógrafo de la categoría de Jesús Domínguez, gran trabajo.
Gracias por tus palabras tan amables, Noemí. La magia de la fotografía está en esos detalles y momentos que no podemos prever. Estoy muy contento de que esta foto haya podido transmitir eso. ¡Muchas gracias por tu apoyo!
Un saludo